Caminos para salir del estrés y tener un cerebro más creativo
- Leticia Brando
- 22 abr
- 7 Min. de lectura
Nos hemos acostumbrado a ver el estrés como algo necesario e inevitable. Pero en realidad es justo lo contrario. Nuestros cuerpos buscan la homeostasis o el equilibrio. Eso es lo natural, y lo que de verdad funciona. Del mismo modo, nuestras mentes necesitan estar equilibradas y se sienten disconformes ante la agitación. Nuestro bienestar debe ser nuestra prioridad. La idea de que necesitamos estrés para rendir al máximo es un mito. De hecho, los estudios demuestran que el estrés crónico deteriora nuestra salud, ya que provoca enfermedades graves, e impide que rindamos satisfactoriamente. Cuando vemos a individuos abrumados por grandes dificultades que mantienen la calma, nos quedamos impresionados.

Para comprender nuestra mente, debemos estudiar la interacción entre aspectos biológicos, cognitivos e interpersonales. Una computadora es un modelo insuficiente para modelar el nivel de interconectividad que tiene un cerebro humano. En esas 86 billones de neuronas, que puede tener un cerebro humano, hay un promedio de 7000 conexiones con otras neuronas(sinapsis).
Desde la PNL sabemos que cada uno de nosotros tenemos un mapa mental, y cada mapa es moldeado por un pensamiento, emoción, sonido, idea y experiencia durante toda nuestra vida. De alguna manera es tu ambiente el que le da forma física a tu cerebro.
EL CAMINO ESTÁ EN TU CABEZA
El camino está en tu cabeza porque todos nuestros errores y soluciones los creamos en nuestra mente y los almacenamos en nuestro cerebro.
Cada vez que piensas se da una reacción bioquímica en el cerebro, generas sustancias químicas. El cerebro le manda al cuerpo unas señales químicas que actúan a modo de mensajeras de los pensamientos. Cuando el cuerpo recibe estos mensajes químicos del cerebro, responde activando una serie de reacciones que coinciden con lo que el cerebro está pensando.
Todas las células tienen en su superficie receptores que captan la información procedente del exterior de sus límites. Cuando las sustancias químicas, la frecuencia y la carga eléctrica entre un punto receptor y una señal recibida del exterior concuerdan, la célula se activa para realizar determinadas tareas.
¿Por qué cuesta tanto vivir momentos creativos? Si nos centramos en un penoso pasado o en un temido futuro, significa que estamos viviendo la mayor parte del tiempo estresados, en un estado de supervivencia. Tanto si estamos obsesionados con la salud, con el estado físico, con el pago del alquiler o la hipoteca o el tiempo que nos falta para hacer lo necesario para sobrevivir, la mayoría estamos acostumbrados a vivir en el estado adictivo de la mente, que es la supervivencia que en nuestro modo creador.
Para entender el estado supervivencia, me gusta evocar el ejemplo que da Joe Dispenza en uno de sus libros “Deja de ser tú”, nos pide que imaginemos un animal, como un ciervo pastando satisfecho. Supongamos que vive en homeostasis, en perfecto equilibrio con su entorno. Pero si activa algún peligro a su alrededor, por ejemplo, la presencia de un depredador como un puma, va a activar la respuesta de lucha o huida del sistema nervioso.
El sistema nervioso simpático forma parte del sistema nervioso autónomo, que se ocupa de funciones automáticas del cuerpo como la digestión, la regulación térmica, los niveles de azúcar en sangre. El cuerpo del ciervo se prepara para afrontar la situación de emergencia cambiando químicamente: el sistema nervioso simpático activa de manera automática las glándulas suprarrenales para movilizar una gran cantidad de energía. Si le persigue el puma, usa esa energía para huir. Y si es bastante ágil como para huir, a los quince minutos puede estar pastando como si nada.

Los humanos tenemos el mismo sistema. Cuando detectamos un peligro, el sistema nervioso simpático se activa, movilizando una gran cantidad de energía. Pero nosotros, los humanos somos diferentes a los animales. Cada vez que alteramos el equilibrio químico del cuerpo se produce el estrés. Es una reacción al medio exterior que nos puede pasar en un atasco, en la cola del supermercado si alguien nos habla mal o si nos persigue un perro.
Nosotros activamos la respuesta de lucha o huida con un simple pensamiento y ese pensamiento puede no tener que ver con las circunstancias presentes. Podemos activar la respuesta de lucha o huida al anticipar alguna situación. Y podemos estresarnos de recordar un episodio infeliz urdido en el tejido de nuestra materia gris.
Tanto si anticipamos una experiencia o si la recordamos, estamos viviendo en el futuro o en el pasado. Convertimos las situaciones estresantes breves en largas.
Somos diferentes a los animales porque al ciervo no le acosa la idea que el puma lo trataba de atacar, al rato sigue pastando. En cambio, los seres humanos, quizá por esta condición nuestra de seres pensantes, tenemos la desgracia de seguir pensando de forma insistente eso que nos estresó. Cuando activamos la respuesta al estrés y no podemos desactivarla, el cuerpo acaba fallando.
Un compañero de trabajo que te habló mal, entonces el corazón te late con fuerza en tu pecho bombeando un montón de sangre hacia las extremidades y el cuerpo pierde el equilibrio homeostático, el sistema nervioso se prepara para huir o luchar. Antes de hacer eso, tu cuerpo se hace cargo entonces tu corazón late con fuerza y tal vez acabes con tensión alta, arritmia y otros trastornos.
Si gastas tanta energía para tu mundo exterior, te quedará muy poca para tu mundo interior. El sistema inmunológico que controla tu mundo interior no tiene suficiente energía para el crecimiento y la regeneración. Y te enfermas, ya sea un resfriado, un cáncer, o una artritis reumatoide (todos son trastornos autoinmunes).
La autoinmunidad es el sistema de respuestas inmunitarias de un organismo contra sus propias células y tejidos sanos. Cualquier enfermedad que resulte de una respuesta inmune tan aberrante se denomina "enfermedad autoinmune".
SALIR DEL AUTOMATISMO Y DEL ESTADO DE SUPERVIVENCIA
En algún momento de nuestra vida, todos nosotros afirmamos alguna vez “quiero ser feliz” pero si no le enseñamos al cuerpo tendrá los mismos programas de culpabilidad, tristeza, ansiedad y miedo de siempre. La mente consciente entiende que quiere ser feliz pero el cuerpo ha sido programado para sentir lo contrario.
Si has sentido emociones negativas durante años, esto ha creado un estado de ser automático. Has entrenado a tu cerebro para ser infeliz y por tanto tu mente subconsciente lo sabe tan bien que tu mente consciente no lo puede superar.
¿Cuál sería su consejo para un gerente que actualmente está bajo mucho estrés y al que le resulta difícil controlar sus emociones en el trabajo?
En realidad, somos individuos únicos y solo porque algo funcione para mí no significa que funcionará para otro. Más importante aún, el acto de explorar y descubrir lo que funciona para cada persona (es decir, el aprendizaje autodeterminado) es fortalecedor y crea vías neuronales que, si se usan una y otra vez, pueden crear nuevos hábitos y socavar el viejo cableado (como su respuesta habitual a los factores estresantes). Sin embargo, deshacerse de los viejos hábitos es casi imposible, pero crear nuevos hábitos de manera consciente y deliberada puede cambiar la estructura del cerebro (neuroplasticidad) y brindarle más opciones posibles para elegir.
¿QUÉ HACER ANTE EL ESTRÉS?
El sistema del estrés surge como una reacción biológica para asegurar nuestra supervivencia en situaciones de peligro. Pero en las personas que padecen estrés crónico se activa como respuesta a problemas cotidianos.
En su serie de libros del Juego Interior, Timothy Gallwey demuestra cómo es posible mantener el equilibrio ante la influencia de factores estresantes externos.
En el corazón de la metodología del Juego Interior hay tres principios:
1.Ser conscientes sin juzgar.
2.Creer en nosotros mismos.
3.Elegir libre y conscientemente.
Originalmente Gallwey aplicó la metodología de aprendizaje que surgía de estos principios al entrenamiento deportivo, y más tarde la usó en el ámbito de la empresa. Descubrió que la gente podía aprender a superar sus obstáculos internos. Sin instrucciones técnicas podían llegar a mejorar cualquier aptitud, desaprender hábitos mentales y físicos improductivos, y disfrutar mientras lo hacían. Ver cómo se repetía este proceso día tras día mientras entrenaba a deportistas y ejecutivos le proporcionó una profunda confianza en que cualquiera puede aprender de manera natural y llevar a cabo los cambios que crea convenientes en su vida.
Los acontecimientos externos pueden propiciar el estrés. Por ejemplo, estar preocupado por la posibilidad de que te despidan del trabajo, que es una situación bastante corriente en estos días es un gran factor estresante. La cuestión es: ¿puedes hacer una distinción entre tu trabajo y quién eres? Esta capacidad de distinguir entre identidad y circunstancia se puede aprender, y los beneficios de hacerlo te proporcionarán una claridad y una perspectiva que aliviarán el estrés y te ayudarán a lograr tus metas externas.
En nuestros cursos de liderazgo, utilizamos un enfoque de entrenamiento para el aprendizaje, por lo que compartimos una variedad de herramientas y técnicas de neuroliderazgo y alentamos a los gerentes que sienten el impacto negativo del estrés en su vida laboral a probar algunas y ver si alguna funciona para ellos. Los invitaría a explorar qué, específicamente, está desencadenando el estrés y sugeriría que practiquen actividades como actos de bondad al azar, llevar un diario de gratitud y establecer intenciones positivas tan a menudo como puedan (es decir, satisfacer su necesidad de tener algo de control/autonomía).
También sugeriría hablarlo con un coach o un mentor (o un terapeuta si está obstaculizando su vida y su trabajo) porque hablar (las llamamos conversaciones que importan) es una forma poderosa de liberar la tensión y escuchar al oyente, quien está en una posición para notar bloqueos y barreras desde una perspectiva externa y puede ofrecer comentarios que aumentarán su conciencia sobre algunos de los hábitos en los que pueden trabajar.
Después de haber trabajado con muchos gerentes estresados, aprendí que hay un costo involucrado en volver a nuestra forma de ser central y la gran pregunta tiende a ser qué dejarán ir para "dar un paso atrás, pensar en lo que es importante, organizar sus pensamientos y continuar" (herramienta STOP de Tim Gallwey).
Por lo general, es necesario tomar algunas decisiones difíciles para restablecer el equilibrio.
Sobre esto de desarrollar una mejor mente, estaremos trabajando en el XII CALM y mira más sobre el congreso que este año el tema es neurociencia y su influencia en nuestro liderazgo y vida personal. Mira más AQUÍ
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