Como decía Cristopher Peterson, uno de los padres de la psicología positiva, en tu camino de felicidad los demás importan: la gente que te rodea, las personas que amas. Las relaciones positivas son necesarias desde lo más primitivo de nuestro ser. Desde tiempos ancestrales la soledad era una amenaza, ya que necesitábamos literalmente a los clanes y tribus para sobrevivir del salvaje y precario entorno en el cual los humanos nos encontrábamos.
La emoción de vacío que puede generar la soledad no elegida, toca una fibra muy honda, es un dolor emocional que aparece como alarma, para avisarte cuando los lazos de protección están por desaparecer.
Somos seres sociales, gregarios, en una búsqueda profunda de conexión que nos protege de los peligros del mundo, reales o imaginarios. Y como nuestro cerebro ama la supervivencia, los demás juegan un papel importante para brindarnos una sensación de pertenencia, de sostén emocional y de cuidados.
La soledad puede ser real, en el sentido de que realmente careces de vínculos, o también puede ser percibida, te sientes solo a pesar de estar rodeado de personas. También ocurre que a veces tienes vínculos, pero los mismos son tóxicos, entonces tampoco estarían contribuyendo a tu bienestar. Cuando percibes que estas solo, te sientes inseguro, viendo el mundo como un lugar únicamente cruel y fijándote solamente en lo negativo la sociedad.
Si asumes que has sido rechazado, fomentarás la idea de que no vale la pena intentar conectarse con los demás y seguramente evitarás futuros intentos. El miedo te encierra en su jaula y no te permite actuar.
Si te sientes con poca competencia o que no vales demasiado, crees que los demás no querrán acercarse a ti o son falsos cuando lo hacen. También puedes caer en conductas como anteponer las ideas o necesidades de los demás antes que las tuyas, buscando desesperadamente aceptación.
Por esto es de vital importancia que aprendas a vincularte de una manera positiva con los otros, mediante el respeto, el cariño, la aceptación de cada uno tal cual es sin la utópica expectativa de que esa persona cambie para amoldarse a tus creencias de quien debería ser.
¿CÓMO CREAR VINCULOS POSITIVOS?
Para crear vínculos positivos y saludables puedes demostrar tu afecto hacia quienes te rodean siendo consistente con tus actos y palabras, estando presentes cuando ellos te necesitan, aprendiendo a perdonar sus imperfecciones.
Sé consciente de las fortalezas de los demás, habla cuando debas aportar algo interesante no para criticar sin sentido, que tu relación tenga un propósito beneficioso para ambos, obsequia optimismo y halagos, sé comunicativo, respeta y sobre todo confía en el otro.
Tener en cuenta estas herramientas te ayudará a tener relaciones satisfactorias en cualquier ámbito, ya sea a nivel personal con tu pareja o algún familiar, ya sea con tus amistades o tus compañeros de trabajo. Pon estos elementos en marcha para obtener mejores resultados en tu vida en general. Disfrutar de relaciones positivas y saludables depende de ti, si das amor, recibirás amor, en caso de no ser así, aléjate de las personas que no saben valorarte.
Debes trabajar cuidadosamente en ti primero para poder ser capaz de construir bellas relaciones interpersonales que aportarán a tu nivel de bienestar.
En las organizaciones, los vínculos positivos son necesarios para crear organizaciones resilientes, productivas y exitosas. Tenemos que ser muy conscientes de la comunidad que creamos, porque líderes tóxicos solamente asfixiaran y su ego devorará a la empresa.
El 24 de mayo te esperamos en CALM para profundizar en estos conceptos, cómo el poder de la tribu puede ser aplicado a tu desarrollo personal y profesional. Encontrarás estrategias que te ayudarán a conectar con los otros, a crear espacios saludables, prósperos y exitosos, donde no solamente obtengas beneficios materiales, sino humanos y profundos.
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